martes, 24 de agosto de 2010

como el tele al tomacorriente

Simulé decirle algo en su oído, mientras los demás miraban
pero no hice más que hecharle el humo de mi cigarro en su cuello
y después besarlo pervertida y cuidadosamente para que solo ella captara mi deseo,
y así fue, nadie acató nada, tan siquiera mi amor de momento, que estaba a mi lado.

Me devolvió una mirada,
donde no hizo más que expresar las malditas ganas que tenía por lamer mis labios,
aquellos que también necesitaban de los suyos como el tele al tomacorriente.

Yo quité la vista de ella,
la misma que estaba apunto de delatar cuanto ansiaba por tomarla al suelo,
y me mordí los labios.

Después solamente no resistimos y en secreto nos encontramos,
te inhalé, te exhalé
me tomaste, me bebiste
sudamos y como el tele al tomacorriente nos conectamos.

domingo, 15 de agosto de 2010

luna de queso

Siempre le acariciaba el alborotado cabello que tenía,
me gustaba TANTO su sonrisa,
me encantaba su cuerpo
y sobretodo aquel particular lunar que tenía cerca de un pecho.

Yo era capaz de bajarle a su balcón la luna llena que amaba,
de buscar la más única flor que existiera, para que solo ella la tuviera.

Era capaz de alumbrarle su casita del árbol con puras luciernagas de noche
y después calmarle el frío con mis manos, mientras ella las contemplaba.

Si hubiera podido la llevaba a la misma luna para que comprobara que sí es de queso,
pero solo pude darle todo amor y nada más.

Cuando ella solo fue capaz de creerme su perro.