Te fuiste.
Por un momento creí era mi fin.
A Dios le pedí perdón, si era cierto que él existía pues que me perdonara,
creía que iba a morir o bien me ibas a matar.
Sí, perdón por haberte besado,
por haberte amado,
por haber hecho de tus poros los míos
Me arrepentí de conocerte,
de olerte,
de tocarte,
de haberte hecho el amor de la más delicada forma que jamás se puede olvidar.
Deseé no haberte conocido,
no haberme enamorado,
que no me hubieras mirado de la forma en que lo hiciste,
que no me hubiera dicho ¨te amo¨,
pero sobre todo de que no me hubieras dejado.
cuanta nostalgia...
ResponderEliminarHola :D
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog a darme ánimos, te lo agradezco.
Me encanta todo lo que escribes en el blog.
Un beso!
que lindo escrito!!
ResponderEliminarcuanto dolor, muás
ResponderEliminarCuando queda la sensación de vacío, de que te falta quién respire por ti... Ahí ya no vale pedir por algo más...
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