miércoles, 24 de marzo de 2010

luciernagas en el amanecer

Esperando en la esquina favorita de mi habitación veo la puerta, solamente estoy cayendo de nuevo porque sé que nunca volverás a entrar.
Apuesto a que no sabes cuanto extraño tus dulces y chineados besitos en mi naríz, ajá si esos que me hacían reír suplicando que el tiempo nunca pasara.
Tampoco sabes que todas las noches me siento junto a la ventana con mis cigarros en mano a esperar que pase una estrella fugáz y yo poder pedirle un último momento junto a tí, pero ella no pasará porque hasta las estrellas me han dejado.
Cierro la ventana porque con el viento escucho susurros todos producto de mi gran imaginacíon que me encatarían fueran verdad, pero simplemente ella dijo: ¨ya no quiero más¨ ella lo dijo, es cierto.
No estoy segura si de ahora podría rodar en el mar de nuevo, pero como me encataría.
Al menos esto es una lección aprendida , pero ojalá desapareciera como las luciernagas en el amanecer.

Estrella fugáz espero esta noche si te puedas pasar.

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