Sentada en el parque me siento tan estática, lo único que me acompaña es el humo restante de mi cigarro.
El canto de los pajaritos me pone los pelos de punta, me recuerdan tú voz, sí tú hermosa voz esa que me hacía alucinar, como la extraño.
Me lleno de la insignificante fragancia de mi colonia, simplemente porque no resisto el agradable olor de la naturaleza, me recuerda tú dulce aroma sí ese mejor que el de las mismas amapolas.
Me hecho a la boca un confíte tan dulce que en el ya había una hormiga, pero junto a el bajan lágrimas porque ese delicioso y fantasioso sabor me recuerda tus besos, sí esos besos en los que yo me perdía y volvía loca, esos besos que mis labios nunca volverán a sentir.
Hace calor pero yo tengo frío, me pongo al sol me fumo otro cigarro pero sigo con frío, estoy helada ya sé, tengo frío de tus abrazos, sí esos abrazos que me calentaban hasta de la nieve, esos abrazos tan suaves, dulce y adictivos como algodón de azúcar.